Primicias

La Fiesta de las Primicias comienza en el primer mes; poco tiempo después de los siete días de la Fiesta de los Ázimos/Pascua. Números 28:16 “Mas en el mes primero, á los catorce del mes será la pascua de Jehová.” Versículo 26: “Además el día de las primicias, cuando ofreciereis presente nuevo á Jehová en vuestras semanas, tendréis santa convocación: ninguna obra servil haréis:”

En esta fiesta presentamos ante el Señor las bendiciones que nos dio de la tierra. Levítico 23:10 “Habla á los hijos de Israel, y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra que yo os doy, y segareis su mies, traeréis al sacerdote un omer por primicia de los primeros frutos de vuestra siega;” Versículo 11: “El cual mecerá el omer delante de Jehová, para que seáis aceptos: el siguiente día del sábado lo mecerá el sacerdote.” Después de que terminó la fiesta de los panes sin levadura; el pueblo se prepara a honrar al Altísimo con sus cosechas el día siguiente del Sábado semanal. Proverbios 3:9 “Honra á Jehová de tu sustancia, y de las primicias de todos tus frutos;” Versículo 10: “Y serán llenas tus trojes [granero] con abundancia, y tus lagares [prensa de uvas] rebosarán de mosto.”

Las primicias eran lo mejor de todo lo que el Padre Celestial bendijo a los hijos de Israel. Números 18:12 “De aceite, y de mosto, y de trigo, todo lo más escogido, las primicias de ello, que presentarán á Jehová, á ti las he dado.” Versículo 13: “Las primicias de todas las cosas de la tierra de ellos, las cuales traerán á Jehová, serán tuyas: todo limpio en tu casa comerá de ellas.” Los hijos de Israel presentaron estas ofrendas del Señor al sacerdote.

Levítico 23:12 “Y el día que ofrezcáis el omer, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto á Jehová.” El día que se trajo el manojo de trigo para que se meciera ante el Altísimo, el sacerdote Levítico sacrificaba sobre el altar “un cordero… sin defecto”. Esta ofrenda era simbólica de Cristo, el cordero de Dios. Juan 1:29 “El siguiente día ve Juan á Jesús que venía á él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”

Considerando cómo esta fiesta era simbólica de Cristo y de aquellos a quienes él llamó a la verdad, todavía debemos honrar este día en la fe de Cristo. 1 Corintios 15:22 “Porque así como en Adam todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.” Versículo 23: “Mas cada uno en su orden: Cristo las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.” El Apóstol Pablo nos está enseñando que Cristo es las primicias de todos los hombres porque resucitó, porque él era el mejor en justicia. A lo largo de los escritos de los profetas, el Altísimo consideró a los hijos de Israel como su campo. Lo mismo escribió el apóstol Pablo cuando dijo, 1 Corintios 3:9 “Porque nosotros, coadjutores somos de Dios; y vosotros labranza [agricultura] de Dios sois, edificio de Dios sois.” Hoy el Altísimo está plantando su semilla en Israel. Lucas 8:11 “Es pues ésta la parábola: La simiente es la palabra de Dios.”

Si la semilla florece en nosotros, en arrepintiéndonos y madurando en justicia, entonces seremos como su Hijo Jesucristo (por favor lea, Romanos 8:28-30). Santiago 1:18 “El, de su voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.” Recuerda que las primicias fueron las mejores de todas nuestras cosechas. Por tanto, los que creen y guardan las enseñanzas de la Biblia, nacen de nuevo por su misericordia para convertirse en primicias. Un ejemplo de hombres que llegan a ser las primicias del evangelio se puede leer en 1 Corintios 16:15 “Y os ruego, hermanos, (ya sabéis que la casa de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que se han dedicado al ministerio de los santos,)” La casa de Estéfanas fue la primera en arrepentirse en la ciudad de Acaya y maduró lo suficiente en la verdad para ser adicto a la obra del Señor.

La fiesta de las Primicias es conocida por muchos nombres, una de ellas es Pentecostés. Muchos no se dan cuenta de que los Apóstoles guardaron fielmente esta fiesta. Por favor lea, Hechos 2:1-5, Hechos 20:16, y 1 Corintios 16:8. La palabra Pentecostés significa el día cincuenta, pero ¿por qué? Otro nombre es la Fiesta de las Semanas y la Fiesta de la Cosecha. Recuerde que leímos arriba en Números capítulo 28 donde dice “en vuestras semanas”, indicándonos de dónde viene el nombre de Fiesta de las Semanas. Éxodo 34:22 “Y te harás la fiesta de las semanas á los principios de la siega del trigo:…”

Levítico 23:15 “Y os habéis de contar desde el siguiente día del sábado, desde el día en que ofrecisteis el omer de la ofrenda mecida; siete semanas [sábados] cumplidas serán:” Versículo 16: “Hasta el siguiente día del sábado séptimo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis nuevo presente á Jehová.” El “siguiente día del sábado” del que habla la escritura es el primer día de la semana (así llamado Domingo).

Levítico 23:11 “El cual mecerá el omer delante de Jehová, para que seáis aceptos: el siguiente día del sábado lo mecerá el sacerdote.” El Sábado del que se habla en este versículo (11) con frecuencia se confunde con uno de los sábados de la Pascua. Sin embargo, Levítico 23:15-16 nos explica claramente que es el sábado semanal regular en declarando “siete semanas cumplidas serán” y “del sábado séptimo”. De aquí se llama la fiesta de las semanas, esto quiere decir que esos siete sábados son consecutivos y suman 49 días completos. Esto no es posible con el sábado de la Pascua ya que no se guarda semanalmente. Después del séptimo sábado se añade un día para que sean 50 días; esto es cuando se celebra la fiesta.

El día 50 debe observarse como una santa convocación/sábado. Levítico 23:21 “Y convocaréis en este mismo día; os será santa convocación: ninguna obra servil haréis: estatuto perpetuo en todas vuestras habitaciones por vuestras edades.” Para conmemorar este día nos abstenemos de cualquier trabajo, tarea o negocio. Está prohibido comprar y vender, por lo tanto, debemos asegurarnos de prepararnos bien, ya que serían dos días sabáticos consecutivos. Véase, Nehemías 10:31. Aunque estamos en cautiverio, celebramos este día con una gran cena con otros Israelitas creyentes. Tobias 2:1 “Y como yo fué vuelto á mi casa, y mi mujer Anna con mi hijo Tobias me fue restituida, hicieronme una grande comida en la fiesta de Pentecostes, que es la solemnidad de las siete semanas, y yo me senté á comer.” Versículo 2: “Y como vide [vio] muchas viandas, dije á mi hijo, Ve y trae acá á cualquiera pobre, ó afligido de nuestros hermanos que hallares que se acuerda del Señor: he aquí que entre tanto yo te esperaré,” La fiesta se llamó Pentecostés porque esta palabra griega explica que el contar de las semanas conduce a la cantidad de cincuenta días. Oramos y esperamos que esto os edifique para santificar el día como nos lo manda el Altísimo. ¡Shalam (Paz)!