Fiestas del Señor

Levítico 23:4 “Estas son las solemnidades de Jehová, las convocaciones santas, á las cuales convocaréis en sus tiempos.”

Listados arriba están los Días Santos del Señor (YHWH), que se deben observar en sus tiempos y estaciones del año, tal como se les ha ordenado en la fe de Jesucristo. Todos estos días son especiales para el Señor, cada uno tiene su propio significado y según su juicio determinamos cómo mantenerlos santos.

Apócrifa Eclesiástico 33:7 “¿Que es la causa que un día es mejor que otro, pues que la luz de todos los días del año sale de un mismo Sol?” Versículo 8: “Por juicio del Señor son diferentes, el cual dispuso las diferencias de los tiempos y de los días festivos.” Versículo 9: “El honro y consagro [fueron hechos santos o sagrados] los unos días, y puso los otros en el común orden.”

Por las leyes del Padre Celestial son diferentes estos días del resto de los días del año. Porque son ricos en la historia y herencia de Israel. Apócrifa Eclesiástico 24:32 “Todas estas cosas son el libro del Concierto [acuerdo] de Dios Altísimo.” Versículo 33: “La Ley que Moisés mandó (por preceptos de justicias, y) por herencia en las congregaciones de Jacob, (y las promesas de Israel. Concertó con David su siervo de levantar de el rey fortísimo, y que para siempre se sentase en trono de honra.)”

El Señor nos exige a tener una diferencia entre los días regulares y los Sábados por aplicación de las leyes que pertenece a cada día. Ezequiel 20:19 “Yo soy Jehová vuestro Dios; andad en mis ordenanzas, y guardad mis derechos, y ponedlos por obra:” Versículo 20: “Y santificad mis sábados, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios.”

El Sábado semanal es una conmemoración de la creación. Mientras que los otros Sábados de las fiestas celebran un evento histórico diferente. Distinto al Sábado semanal, los días de fiesta se basan en la luna nueva. Apócrifa Eclesiástico 43:6 “El mismo hizo a la Luna que guarde su tiempo, que sea muestra de los tiempos, y señal de las edades.” Versículo 7: “Los días festivos son señalados por la luna, disminuyéndose su luz hasta acabarse.” Nuestro calendario viene estrictamente del Padre Celestial que lo estableció durante la creación. Por lo tanto, nuestros meses están determinados por la luna en su tiempo. Por favor lea, Instrumentos de Calculación.

Con la celebración de los días de fiesta viene una recompensa inmediata, que es la alegría del Señor. Todo estos días son conocidos en Israel como días de alegría y de enviar regalos. Un ejemplo es la fiesta de Purim, Ester 9:19 “Por tanto los Judíos aldeanos que habitan en las villas sin muro, hacen á los catorce del mes de Adar el día de alegría y de banquete, y buen día, y de enviar porciones cada uno á su vecino.” Versículo 22: “Como días en que los Judíos tuvieron reposo de sus enemigos, y el mes que se les tornó de tristeza en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete y de gozo, y de enviar porciones cada uno á su vecino, y dádivas [regalos] á los pobres.”

Estos son los días que debemos celebrar y dar regalos a nuestros hijos y familia, en lugar de honrar los días paganos que enseñan mentiras y lleva a la destrucción. Gran gozo llega a todo Israel cuando los días se mantienen unidos para alabar al Señor como en los días de Ezechîas. 2 Crónicas 30:21 “Así celebraron los hijos de Israel que se hallaron en Jerusalem, la solemnidad de los panes sin levadura por siete días con grande gozo: y alababan á Jehová todos los días los Levitas y los sacerdotes, cantando con instrumentos de fortaleza á Jehová.” Fue una alegría tan grande que la gente celebraron siete días más. 2 Crónicas 30:23 “Y toda aquella multitud determinó que celebrasen otros siete días; y celebraron otros siete días con alegría.”

Recuerda que fuimos castigados con esclavitud porque elegimos no servir al Señor con alegría. Deuteronomio 28:47 “Por cuanto no serviste á Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas;” Versículo 48: “Servirás por tanto á tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.”

Hasta en nuestro cautiverio (esclavitud), cuando tenemos falta y parece que estamos en tiempos difíciles, ponerse los mandamientos nos da fuerza y alegría. Nehemías 8:9 “Y Nehemías el Tirsatha, y el sacerdote Esdras, escriba, y los Levitas que hacían entender al pueblo, dijeron á todo el pueblo: Día santo es á Jehová nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis: porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley.” En este momento nuestro pueblo regresó del cautiverio para observar las leyes del Padre Celestial y lloraron por una causa justa, porque se enteraron de sus pecados. Sin embargo, los enseñadores animaron a la gente recordándoles de los mandamientos y del día santo. Nehemías 8:10 “Díjoles luego: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones á los que no tienen prevenido; porque día santo es á nuestro Señor: y no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fortaleza.”

Esta misma alegría inexplicable queremos inspirar en nuestra gente. Al enseñarles lo rico y glorioso es nuestra historia y futuro en el Señor. Porque el Señor nos bendecirá por guardar sus días santos. Isaías 58:13 “Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no haciendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus palabras:” Versículo 14: “Entonces te deleitarás [encantaras] en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré á comer la heredad de Jacob tu padre: porque la boca de Jehová lo ha hablado.”

No podemos usar nuestro cautiverio o pobreza como una excusa para no observar estos días. Porque nuestros padres en sus tiempos difíciles observaron los días como santos. Tobias 2:1 “Y como fue vuelto á mi casa, y mi mujer Anna con mi hijo Tobias me fue restituida, hiciéronme una grande comida en la fiesta de Pentecostes, que es la solemnidad de las siete semanas, y yo me senté á comer.” Versículo 2: “Y como, vide muchas viandas, dije a mi hijo, Ve y trae acá a cualquiera pobre, ó afligido de nuestros hermanos que hallares que se acuerda del Señor: he aquí que entre tanto yo te esperaré,”

En el cautiverio (esclavitud) Asirio leemos de Tobias, que observó la fiesta de Pentecostés (primicias) y nos dio un ejemplo para seguir después. En eso el mostró unidad con su familia y aquellos que buscaban al Altísimo. Deberíamos seguir la misma manera de Tobias, que si vives en un lugar que no está cerca de la congregación, lo observarás en casa con tu familia y otros Israelitas.

Tenemos que recordarte, los sacrificios que hacían los Levitas eran una sombra del cuerpo de Cristo. Véase, Hebreos 10:1. Así estamos bajo el real sacerdocio de Cristo. Hebreos 10:10 “En la cual voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez.”

También la ordenanza de ir a Jerusalem tres veces al año para la fiesta de Pascua, Primicias y Cabañas (lea, Deuteronomio 16:16) es un mandamiento que se guardará en el reino, Jerusalem nueva. Hebreos 13:10 “Tenemos un altar, del cual no tienen facultad de comer los que sirven al tabernáculo.” Versículo 11: “Porque los cuerpos de aquellos animales, la sangre de los cuales es metida por el pecado en el santuario por el pontífice, son quemados fuera del real.” Versículo 12: “Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo por su propia sangre, padeció fuera de la puerta.” Versículo 13: “Salgamos pues á él fuera del real, llevando su vituperio.” Versículo 14: “Porque NO TENEMOS AQUÍ ciudad permanente, mas buscamos la por VENIR.”

Como se explicó, tenemos un altar pero no es por la sangre de toros y cabríos. Hebreos 13:15 “Así que, ofrezcamos por medio de él á Dios siempre sacrificio de alabanza, es á saber, fruto de labios que confiesen á su nombre.” Versículo 16: “Y de hacer bien y de la comunicación no os olvidéis: porque de tales sacrificios se agrada Dios.”Estos son los sacrificios que hacemos continuamente ante el Altísimo en el nombre de su Hijo Jesucristo.

Como verdaderos seguidores de Cristo, ensayamos la alegría que nos brindará el glorioso reino. Véase, Zacarías 14:16. Porque sabemos lo que significan estos días y cómo serán observados en la presencia de Cristo en el reino de los cielos. Por lo tanto, le exhortamos a que aprenda su herencia y evite a los falsos profetas que enseñan contrario a las leyes de Dios. Por favor lea, Mateo 7:13-20 y Ezequiel 22:25-28. ¡Shalam (Paz)!


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